¿Por qué la platería tiende alrededor de la plata, el maximalismo y las formas orgánicas? Así es la tendencia de primavera-verano 2024
Remotamente de incluir la platería como complemento, los desfiles de primavera-verano 2024 elevan y posicionan la orfebrería hasta un plano protagonista. A través de este, se reinterpretan algunas de las estéticas más populares del momento –con lazos coquette convertidos en piezas arquitectónicas– pero sobre todo, se establece una transformación que viene dada por las tendencias de la temporada, que dejan nuevos tamaños, materiales y acabados. Esta metamorfosis cuenta con varios pilares fundamentales, entre los que prima la sustitución del oro (que ha dominado el street style en los últimos abriles) por la plata, que vive un renacimiento expresado a través de formas orgánicas, inspiradas en medios naturales.
Alejadas de la discreción, estas joyas encuentran su horma en los tamaños excesivos, confirmando el apogeo de los accesorios maxi que comenzamos a ver durante la semana de la moda de Copenhague. Así, las gargantillas que se popularizaron durante el año pasado con motivos florales en crochet o tela han evolucionado alrededor de perspectivas mucho más brillantes, sólidas y llamativas. En este contexto, donde las joyas cobran una nueva dimensión, repasamos las diferentes vertientes que se han generado, desde las pasarelas y firmas internacionales hasta otras locales “Made in Spain”.
Una rosa es una rosa
Desde el inicio de esta tendencia herbolaria, enfocada en los chokers y en las joyas anudadas con cordones, las flores han progresado alrededor de el realismo, incluyendo representaciones cada vez más grandes en pendientes y collares, con tallos anudados entre sí. Presentes a tamaño auténtico en las colecciones de Palomo Spain, Alexander McQueen y Marni, este auge de la plata y el aumento del tamaño de las joyas fabricadas con ella no es sin cargo. “La tendencia al encarecimiento de precios que se está produciendo en estos últimos abriles hace que el consumidor busque otras opciones. El precio del oro es una de las razones por la cual la plata se está convirtiendo en tendencia: el cliente rastreo una platería con un componente de moda, y la plata permite cambios con más frecuencia que este”, asegura Cristina Yanes, Presidente de la Asociación Española de Joyeros, Plateros y Relojeros y directora de la firma de platería YANES.
Tal y como explica, se manejo de un número que contribuye a posicionarlo como el material predilecto de las nuevas generaciones. “La plata, correcto a su asequibilidad, es muy accesible para la mocedad, y se convierte en el primer paso de preámbulo al mundo de la platería. Actualmente jugamos mucho con los extremos, complementos que van de lo mini a lo maxi. Adicionalmente, los estilos sobrios, con regularidad de colores, dejan sitio a complementos que tengan un veterano peso y consiguen que la platería sea el centro de los estilismos”, explica. Algunas de las marcas más representativas de estos volúmenes amplios, como La Manso, se han sumado a la creación de colecciones en las que los motivos florales son la esencia, cumpliendo a la vez con este papel protagónico. En su caso, lo consiguen mediante el tiro de ‘Crystal’, una carrera con la que dejan de banda sus característicos colores y optan por flores transparentes mezcladas con acabados plateados.
Tierra, rocas y fruta XXL
La tendencia incluso se inclina alrededor de diseños brutalistas, como los añadidos en Loewe, Ferragamo o Schiaparelli, simulando la rozamiento producida por medios naturales o mediante la incorporación de pesadas piezas metálicas. Bajo esta idea, las joyas viran alrededor de motivos conceptuales, donde destacan propuestas como la de Simuero. Rocío Gallardo y Jorge Ros, al frente de la firma valenciana, perciben a un notorio cansado de joyas lisas, pequeñas, sin texturas ni detalles. “Creemos que de forma instintiva nos atraen más los objetos que guardan relación con lo manual, con una forma de trabajar conectada a otros seres humanos. Este método afecta al producto final y a cómo se ve, ya que cuenta con imperfecciones”. Una forma de hacer que, aseguran, es cada vez más global: “A diario vemos marcas que se suman a esta guisa de entender la platería. Para nosotros fue una forma de crear instintiva y totalmente artesanal, nuestra intención era hacer poco diferente y que nos representara. Nos atraen los matices, el peso y la luz. En las piezas más pequeñas es complicado encontrar estas características y buscamos piezas escultóricas, que sean bellas tanto puestas como por sí mismas”.
Todo ello queda reflejado en su última colección, ‘El Fruto’, con la que adicionalmente transmiten una estética visual concreta. “Priorizamos que el proceso nos divierta por encima de intentar etiquetarlo, así que muchas veces el concepto aparece una vez que vemos todas las piezas diseñadas y encontramos un hilo conductor entre ellas. En el caso de ‘El Fruto’ sabíamos las piedras con las que queríamos trabajar: más tamaño y un aspecto redondeado. El expansión partió aquí y diseñamos piezas que mostraran adecuadamente los detalles, para que el sol las atravesara de una forma concreta”, relatan. Simuero, que desde sus inicios ha mezclado oro y plata, ha ido moviendo la romana a privanza de esta última poco a poco. “Ha sido una cambio personal. Nos gusta porque encontramos estos matices y se ve afectada con el tiempo, aunque recobra su luz con solo limpiarla. Para manos trabajadoras que martillean, lijan y se ensucian, creemos que es más representativa la plata. Igualmente nos hemos sentido más cómodos con ella y quizás el oro no invita a esta forma de combinar y apilar más de dos piezas en un mismo dedo”.
Con una acercamiento similar desde Cala Jewels la creadora Eliana Carral diseña e incorpora la naturaleza a través del relieve. “Son joyas brutas, con irregularidades. Las piezas voluminosas escapan del estilo tradicional y conectan muy adecuadamente con el notorio: necesitamos ese corriente fresco que nos aporta un hacer diferente. Desde la pandemia pienso que somos aún más conscientes de cuánto necesitamos la naturaleza e incorporarla en nuestros looks nos acerca a ella”, apunta. Adicionalmente, afirma que la artesanía es necesaria para aportar a las joyas cierto carácter y diferenciación. “Este tipo de singularidad sólo se puede conseguir moldeando a mano. Por ejemplo, para crear las joyas con piedras partimos de la forma del cristal. Si usáramos moldes sería inútil. Es mucho más trabajoso, pero sin duda es lo que otorga personalidad. Necesitamos notar que llevamos las joyas, que nos pesen, que se noten: tienen que aportar fuerza y carácter a quién las lleva”.
La atemporalidad de los brazaletes
Sin secuestro, internamente de la innovación, hay clásicos que cuentan con estas características y se convierten inevitablemente en el foco de atención. Uno de los casos más claros es el del brazalete ‘Bone’ de Tiffany & Co. que decora las muñecas de multitud de ‘insiders’ y llena nuestros feeds de Instagram. “El cliente a veces rastreo esas formas caprichosas, pero al final siempre se tiende a lo clásico, y esos diseños nunca pasan de moda”, explica Yanes con convicción. “La capacidad creativa es inagotable y muy admirable. Aún así, la experiencia me hace ver que la historia se repite y luego de arriesgar con diseños fuera de lo global, el cliente opta por medios infalibles que se convierten en los básicos de la platería de siempre”.
Estas joyas atemporales, presentes en las colecciones de Tory Burch o Saint Laurent, invitan por lo tanto a atreverse con las piezas maximalistas, pero de forma mucho más contenida. Un acercamiento a la tendencia para aquellas que busquen complementos que sobrevivan al paso de las temporadas.